- Encuesta realizada en 18 países de América Latina asoció percepciones entre lo social y lo ambiental.
- Ciudadanos latinoamericanos sienten que el cambio climático aumentará pobreza y desigualdades.
- Mujeres se sienten más responsables respecto a lo que se puede hacer contra la emergencia climática.
Por Lorena Guzmán Hormazábal / SciDev.Net
Si bien la mayoría de países de América Latina y el Caribe han hecho avances en cuanto a políticas de preparación para el cambio climático, todavía hay poca capacidad para enfrentar las emergencias y así cambiar la percepción negativa de la ciudadanía de la región sobre el impacto del fenómeno.
Esa es una de las lecciones que, a juicio de especialistas consultados por SciDev.Net dejan los resultados de la Encuesta Internacional de Cambio Climático, realizada a 7.232 personas mayores de 18 años en dieciocho países de la región.
“Latinoamérica tiene enormes posibilidades de mejorar las políticas públicas relacionadas con mitigación, pero las reformas tienen que ser hechas en forma progresiva”, asevera a SciDev.Net Pascal Girot, miembro del equipo negociador de Costa Rica para la Conferencia de las Partes (COP), director de la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica, quien no participó en la encuesta.
Según el sondeo, el 82 por ciento de latinoamericanos cree el cambio climático incrementará la pobreza en sus respectivas naciones y un 73 por ciento opina que el fenómeno afectará principalmente a las personas pobres, un porcentaje que no tiene grandes variaciones a través de los países participantes.
“La percepción que tiene la gente del impacto que el cambio climático tiene en la pobreza es real y debiera movilizar las políticas públicas hacia la acción”, corrobora Estefanía González, coordinadora de campañas de Greenpeace Andino.
“Hoy está totalmente comprobado, y lo han dicho diferentes reportes de Naciones Unidas, que si bien el cambio climático se sufre en todos los países, las personas que son más vulnerables son las pertenecientes a los sectores más pobres”, añade.
Realizada por la empresa tecnológica StatKnows, en colaboración con el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, la encuesta fue realizada entre el 14 y el 18 de noviembre de 2019 en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
La idea de su elaboración nació de la necesidad de conocer la percepción ciudadana sobre la asociación entre lo social y medioambiental en Latinoamérica, y se basó en la experiencia de las encuestas nacionales de medio ambiente realizadas en Chile. Una primera entrega de resultados generales se hizo durante la COP25 en Madrid, en diciembre pasado, y un mes después se revelaron los resultados por países.
“En los países de Latinoamérica ya no debería hablarse de cambio climático sino de crisis o emergencia climática. Las legislaciones ya no se pueden pensar dentro de un escenario que teníamos 20 años atrás. La sequía y los eventos climáticos extremos son mucho más frecuentes ahora”. (Estefanía González – Greenpeace Andino.)
Las personas que viven en países en desarrollo o pobres son las que más se preocupan por el cambio climático, explica a SciDev.Net Rodolfo Sapiains, investigador del (CR)2 y director de contenidos de la encuesta. “Esto se relaciona con la poca capacidad que tienen esos países para enfrentar la emergencia climática”, agrega.
Para Girot “la abundancia del recurso forestal y de agua dulce en Latinoamérica, entre otras, son fortalezas que debería amortiguar los impactos del cambio climático, pero no eso no es suficiente cuando se considera la desigualdad”.
El especialista reconoce que es difícil meter a todos los países de Latinoamérica en el mismo saco cuando se habla de la preparación de las naciones ante la emergencia climática. “México, Colombia y Uruguay han hecho varios avances en adaptación, por ejemplo, pero también depende del margen de maniobra que tiene cada nación”, advierte.
Así, las islas del Caribe, donde la mayoría de su infraestructura crítica, como los aeropuertos, suele estar a nivel del mar, no es mucho lo que pueden hacer al respecto, agrega.
En Brasil, el discurso anticiencia no ha calado: 94 por ciento de los encuestados cree que las consecuencias del cambio climático ya se están viviendo; 29 por ciento cree que el cambio climático es el principal problema medioambiental y 56 por ciento estima que la principal causa de la emergencia climática es la actividad humana.
Cuando se les preguntó a los encuestados por los principales problemas que afectan a su país, la educación y la salud ocuparon los primeros lugares, y el cambio climático el quinto. Pero cuando se les consultó por el mayor problema medioambiental, este quedó en primer lugar en 14 de los 18 países de la región.
Esto tiene un fuerte mensaje político, opina Rodolfo Sapiains. “Ya no se trata de algo que se pueda solucionar después, es algo con lo que se debe lidiar hoy”, asegura. Esto no solo se desprende del 93 por ciento que dice que el cambio climático debería ser una prioridad para el próximo gobierno de su país, sino también del 97 por ciento que asegura que su nación no está preparada para enfrentar la emergencia climática.
“En los países de Latinoamérica ya no debería hablarse de cambio climático sino de crisis o emergencia climática. Las legislaciones ya no se pueden pensar dentro de un escenario que teníamos 20 años atrás. La sequía y los eventos climáticos extremos son mucho más frecuentes ahora”, comenta González.
Respecto de la responsabilidad o capacidad de hacer algo frente al cambio climático, la encuesta resalta importantes diferencias de género. Las mujeres expresan una preocupación significativamente más alta que los hombres: 95 por ciento versus 85 por ciento.
Frente a la afirmación “los impactos del cambio climático están fuera de mi control”, la respuesta general alcanza el 57 por ciento. Pero si se consideran solo las encuestadas entre 18 y 39 años, el 31 por ciento de ellas está de acuerdo. Mientras que los hombres en ese rango de edad responden afirmativamente en 46 por ciento.
Este es un tema que pasa por las nuevas generaciones, los sub 30, pero también por la realidad que vive la mujer en Latinoamérica como jefa de hogar, explica Girot. “Hoy, sobre todo en América Central y como subproducto de las migraciones masivas al hemisferio Norte, las mujeres (y los niños y niñas) son dejadas atrás, por lo que están asumiendo nuevos roles”, agrega.
Muchas de ellas se han vuelto militantes o defensoras locales, continúa el experto, luchando por los derechos de agua, por ejemplo. “Ellas están en la primera línea de adaptación, en contacto directo con los efectos del cambio climático”, asegura.
Foto de portada: El cambio climático afectará más a ciertos sectores, como pequeños agricultores sin acceso a riego tecnificado. Crédito de la imagen: Georgina Smith / CIAT [CC BY-NC-SA 2.0].
Fuente: SciDev.Net