En fecha 9 de mayo de 2020, distintas organizaciones de la sociedad civil en Bolivia realizaron un pronunciamiento en el cual manifestaron su rechazo al Decreto Supremo N° 4232 del 7 de mayo de 2020, que autoriza los cultivos transgénicos en Bolivia.
Puedes leer aquí el pronunciamiento:
PRONUNCIAMIENTO
EN RECHAZO TOTAL A LOS DECRETOS QUE AUTORIZAN CULTIVOS
TRANSGÉNICOS EN BOLIVIA
Sra. Presidente Jeanine Añez
Pueblo de Bolivia
A pesar que varias organizaciones de la sociedad civil se han manifestado de distintas maneras exigiendo la abrogación del Decreto Supremo Nº 3874, del 17 de abril de 2019, con el cual el gobierno de Evo Morales pretendía autorizar eventos transgénicos de soya HB4 y Soya Intacta para favorecer al sector de los agronegocios, en contra de la CPE y varias leyes que prohíben el uso de transgénicos en Bolivia. En esa misma línea el Gobierno de la presidenta Jeanine Añez y emulando las prácticas antidemocráticas y violadoras de los Derechos Humanos, nos sorprende con el Decreto Supremo N° 4232 del 7 de mayo, que en su artículo único sostiene que: “De manera excepcional se autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, genéticamente modificados en sus diferentes eventos, destinados al abastecimiento del consumo interno y comercialización externa.”
El D.S. Nº 3874 va más allá de las acciones del gobierno del MAS que argumentó que su D.S. era para realizar eventos abreviados para la evaluación de soya HB4 y Soya Intacta porque estos cultivos no sería para el consumo humano sino para la producción de biocombustibles. El D.S. del Gobierno de Jeanine Añez pone en riesgo la salud pública, en plena cuarentena por emergencia sanitaria, al aprobar evitando evaluaciones científicas en alimentos básicos para la población en Bolivia, demostrando una tremenda incoherencia.
Este Decreto va contra la seguridad y soberanía alimentaria del país ya que, como es de conocimiento público, los cultivos de maíz, trigo y caña de azúcar son básicos para la alimentación de los bolivianos. Asimismo, Bolivia es centro varietal del maíz, posee más de 77 razas de maíz que han sido y son la fuente de alimentos más importantes para los once millones de bolivianos y que estarán en riego de contaminación con un maíz transgénico que está asociado a los agroquímicos. No se olvide que el maíz no es solo un patrimonio genético, sino además es patrimonio cultural del estado boliviano.
Las organizaciones de productores, organizaciones de la sociedad civil, asociaciones, consumidores, instituciones, colegios de profesionales, campesinos, indígenas y colectivos que promueven el consumo de alimentos saludables en Bolivia, rechazamos el Decreto Supremo Nº 3874, del 17 de abril de 2019, de Evo Morales y el Decreto Supremo N° 4232 del 7 de mayo de Jeanine Añez que atentan directamente el derecho humano a la alimentación de los bolivianos por las siguientes razones:
- Pone en riesgo la ya deteriorada Soberanía y Seguridad Alimentaria.
- Transgrede la Constitución Política del Estado, que en su artículo 255 señala textualmente “Seguridad y soberanía alimentaria para toda la población; prohibición de importación, producción y comercialización de organismos genéticamente modificados y elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente”.
- Transgrede las leyes nacionales y acuerdos internacionales como la Ley 300 de la Madre Tierra, Ley 144 de Revolución Productiva, Ley 071 Derechos de la Madre Tierra, Ley 3525 de Fomento a la Producción Ecológica, el “Protocolo de Bioseguridad de Cartagena” del Convenio sobre Diversidad Biológica que Bolivia suscribió el año 2000 y ratificó mediante Ley Nº 2274, 22 de noviembre de 2001, entre otros.
- Provocará un aumento exponencial del uso de agroquímicos debido a que los transgénicos están ligados al uso de éstos. Existen evidencias científicas que el uso de agroquímicos afectan negativamente al medioambiente (suelo, agua y aire), la salud humana (afecta al sistema inmunológico) y la biodiversidad.
- Será una puerta abierta para el ingreso de otros eventos transgénicos de otras especies, que pondrán en eminente riesgo la diversidad genética de nuestras semillas nativas, criollas, semillas campesinas y semillas de la vida. La misma, inducirá a la pérdida de la diversidad genética, que nuestros pueblos están recuperando para la soberanía y seguridad alimentaria. Bolivia es un país megadiverso, centro de origen de muchas especies cultivables nativas, donde existe una inmensa diversidad de cultivos según sus ecosistemas y ecorregiones.
- Vulnera los derechos de los pueblos indígenas para quienes las semillas nativas son un derecho y un patrimonio a ser preservado y conservado, pues forman parte esencial de los saberes y conocimientos ancestrales.
- Va en contrasentido de la tendencia mundial de disminuir el uso semillas transgénicas por el riesgo que suponen para la salud humana, medio ambiente y biodiversidad.
- Profundiza la dependencia de los productores a empresas transnacionales, perdiendo soberanía, autonomía y erosionando las prácticas ancestrales, destruyendo la agrobiodiversidad y el patrimonio natural y cultural de Bolivia que son la base fundamental para un verdadero desarrollo sostenible.
- Viola el Estado de derecho y no vela por los intereses nacionales, subordinándose totalmente a intereses corporativos, cuando existen alternativas sustentables para el desarrollo agropecuario en Bolivia.
Por lo tanto exigimos:
- Abrogación del Decreto Supremo 3874, del 17 de abril de 2019, que autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación de la soya evento (tipo) HB4 y Soya Intacta.
- Abrogación del Decreto Supremo N° 4232 del 7 de mayo de Janine Añez que se autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya.
- Abrogación del Decreto Supremo 3973 y la Ley 741, que permiten chaqueos y desmonte, con el fin de ampliar la frontera agrícola.
- Fomento y apoyo a la Agricultura Familiar, a la Agricultura Ecológica, Orgánica, Biológica, Agricultura Urbana y Periurbana, Agricultura de Conservación, Agricultura Regenerativa, Sistemas Agroforestales, Agricultura Ancestral – Campesino – Indígena y otros Sistemas Agroalimentarios Sostenibles, libres de transgénicos y agroquímicos, como la mejor opción para la soberanía y seguridad alimentaria. Porque la producción de alimentos no solo compete a los productores, y en este tiempo en que la pandemia esta causando muerte y luto en nuestro país, es de primordial interés de la población en general que exige su derecho a la alimentación saludable, a la seguridad y soberanía alimentaria.
Bolivia, 9 de mayo de 2020
Foto de portada: Redes sociales, Alianza Animalista La Paz