- Los incendios forestales en el ANMI San Matías están dañando el hábitat de la paraba azul. Son 920.000 hectáreas las que se han visto afectadas desde hace un mes, quemando también las palmeras y los árboles de los que dependen las parabas azules para alimentarse y anidar.
- La comunidad de San Fernando, dentro del Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, donde anidan las parabas, enfrenta grandes dificultades para controlar el fuego. A pesar de la ayuda de bomberos voluntarios y guardaparques, los fuertes vientos y la falta de recursos esenciales complican la lucha contra los incendios.
Por Soledad Gutiérrez Valdez
La comunidad de San Fernando, en el ANMI San Matías, es uno de los sitios elegidos por las parabas azules como su hábitat principal en el pantanal boliviano. Esto se debe a la presencia de palmeras de las que se alimentan (principalmente totaí y motacú) y plantas en las que se refugian y anidan, como la Camoruco (Sterculia apetala). Sin embargo, los incendios forestales nuevamente amenazan su fuente de alimento y hábitat natural.
Imagen satelital de los focos de quema en la zona este del departamento de Santa Cruz, frontera con Brasil, donde se ubica el ANMI San Matías, actualizada al 4 de agosto. Fuente: Fundación Para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC) y Observatorio Bosque Seco Chiquitano.
La Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), reportó que, hasta el 5 de agosto, a un mes del inicio del incendio de magnitud en el ANMI San Matías, 920.000 hectáreas se han visto afectadas por el fuego. El incendio se reportaba con un recorrido de aproximadamente 120 km de distancia y un ancho de 100 kilómetros aproximadamente.
Actualmente comunarios de San Fernando y Pozones, ambas dentro del ANMI San Matías, están combatiendo otros incendios. “Hace días llegaron los bomberos voluntarios, los alojamos en la Unidad Educativa y desde la madrugada se desplazan para combatir el fuego junto a los comunarios”, relata Marco Antonio España, director de la Unidad Educativa de San Fernando.
A San Fernando le preocupa resguardar las zonas donde se refugian las parabas azules y los espacios de su comunidad, pero los fuertes vientos y la escasez de agua complican la labor de quienes están trabajando en la extinción del fuego. En un contacto con Luis Fernando Surubí Suarez, Cacique de la comunidad de San Fernando, nos comentó que “la comunidad está trabajando en una barrera de protección para evitar que el fuego ingrese”.
Pero el fuego no da tregua, en los últimos días la gobernación de Santa Cruz emitió una alerta roja por vientos del norte de hasta 100 kilómetros por hora, mismos que se prevé alimentarán las llamas de los incendios activos.
La continuidad del trabajo para apagar los incendios también está en riesgo ya que las necesidades primordiales para apagar el fuego no están siendo cubiertas. “Necesitamos víveres para dotar de alimentación a los bomberos y comunarios voluntarios, agua y bebidas hidratantes, también un botiquín y colirio para los ojos”, comentó Marco Antonio España.
El fuego también afectó a comunidades como Candelaria, Natividad de Bahía, Buena Vista, San Roque entre otras, según informó la FCBC. Con el pasar de las horas se tiene nuevas actualizaciones sobre los incendios, si bien las comunidades dentro del ANMI San Matías son de difícil acceso, ellos mantienen alerta mediante comunicación telefónica vía WhatsApp.
¿Cómo amenaza el fuego los nidos y la alimentación de la paraba azul?
La planta de totaí, por ejemplo, tiene semillas que pueden tomar de 1 a 5 años en germinar, crece con rapidez, pero a partir de entre el cuarto y quinto año de su germinación recién produce frutos. Pese a que esta es una palmera resistente a la sequía y el fuego, no se conocen los efectos de los repetidos incendios que golpean el pantanal año tras año. Lo que sí se conoce, y es una amenaza para la paraba según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), es que los frecuentes incendios queman los árboles jóvenes, lo que significa que no se tienen nuevas plantas para sustituir a las que con el tiempo vayan envejeciendo.
En San Fernando, donde están establecidos los ‘’Guardianes de la Paraba Azul’’, un grupo de voluntarios que trabaja en la conservación de esta especie, los pobladores identifican el fuego como una de las mayores amenazas para esta ave. “Los incendios traen un desequilibrio en el medio ambiente para la flora y fauna. En el caso de la paraba azul, la quema causa que ella no tenga dónde alimentarse, entonces migra” nos comentó Ramón Rivero, comunario de San Fernando.
“El peor enemigo es el fuego (…) los incendios, desde hace unos años entran desde Brasil y son incontrolables porque la zona es pantanosa y tiene mucho combustible (vegetal). Una vez que se incendia, es difícil controlar el fuego”, asegura Luis Fernando Surubí, Cacique Mayor de San Fernando.
Según el informe de Incendios Forestales 2019 – 2021 del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano en el Departamento de Santa Cruz, el mal manejo del fuego, que se utiliza como herramienta para quitar vegetación y como fuego de mantenimiento para que estos espacios se mantengan libres de vegetación para la agricultura y ganadería, causa incendios forestales. Entre los meses de julio y octubre se presenta la mayor cantidad de incendios y, según los datos del Observatorio, cada año son más severos.
Según los reportes de la FCBC, más del 50% de las superficies que se queman en Santa Cruz son bosques. Los meses de riesgo de incendios forestales coinciden con el periodo de anidamiento de las parabas, que va desde julio a diciembre.