Por RAI
Un nuevo estudio demuestra que 85 especies de árboles domesticadas por comunidades precolombinas son las más abundantes en los bosques cercanos a antiguos asentamientos.
Un equipo internacional de investigadores ecólogos y sociólogos, incluyendo 9 científicos de Bolivia, ha demostrado en un nuevo estudio publicado en la revista Science que las especies de árboles que en tiempos prehispánicos fueron domesticadas y distribuidas por comunidades indígenas a lo largo de la cuenca amazónica, hasta la fecha ocupan un espacio importante en los bosques de la región. Este nuevo hallazgo contradice la idea de los bosques amazónicos como selvas vírgenes.
El estudio fue liderado por Carolina Levis, candidata doctoral del Instituto Nacional de Investigaciones Amazónicas (INPA) y de la Universidad de Wageningen de Holanda: “Por muchos años, los estudios ecológicos han ignorado la influencia de las comunidades precolombinas en los bosques que vemos hoy. Hemos encontrado que al menos una cuarta parte de las especies de árboles domesticadas está ampliamente distribuida en la cuenca y que domina grandes extensiones de estos bosques. Estos resultados indican claramente que la flora amazónica es, en parte, una herencia viva de las comunidades que habitaban allí”, comentó Levis.
Este descubrimiento fue posible luego de superponer más de mil inventarios forestales de la Red Amazónica de Diversidad de árboles (ATDN por sus siglas en inglés) en un mapa con la ubicación de más de 3 mil sitios arqueológicos dentro de la Amazonia. A través de la comparación de la composición de los bosques a diferentes distancias de estas localidades, el análisis hecho por este grupo de investigadores ha demostrado por primera vez cómo las comunidades precolombinas han influido en la biodiversidad amazónica.
El estudio se enfocó en 85 especies de árboles conocidas por haber sido domesticadas por comunidades amazónicas durante miles de años para la producción de alimento, refugio y otros usos. Los investigadores han encontrado que, a lo largo de la cuenca Amazónica, estas especies fueron cinco veces más comunes en los inventarios florísticos que las especies no domesticadas. Asimismo, se encontró que la abundancia y diversidad de especies domesticadas es mayor en bosques cercanos a los sitios arqueológicos. Dentro de las 85 especies se encuentran algunas conocidas por su valor comercial como el cacao, el asaí y la castaña.
“Estos resultados prometen calentar el viejo debate científico sobre el grado de influencia que han tenido miles de años de ocupación humana en los patrones actuales de la biodiversidad amazónica y ponen en cuestionamiento la visión que muchos ecólogos tenemos acerca de esta enorme región”, comenta el investigador Hans ter Steege del Naturalis Biodiversity Center y coordinador de la red ATDN. La inmensidad de los bosques de la cuenca amazónica ha ocultado las evidencias de ocupaciones humanas pasadas dando la impresión de un paisaje prístino. Sin embargo, en los últimos años un gran número de sitios arqueológicos ha sido descubierto en la región.
“Esto opaca el viejo mito de una ‘Amazonía virgen y vacía’”, dice Charles Clement, investigador senior en el INPA de Brasil y coautor del estudio. “Los primeros naturalistas europeos reportaron poblaciones indígenas dispersas viviendo en inmensas porciones de bosques aparentemente vírgenes y esa idea siempre ha sido atractiva para la prensa, los responsables de las políticas, planificadores e incluso para varios científicos. Este estudio confirma que incluso áreas que parecen deshabitadas están llenas de huellas de antiguas comunidades”.
El estudio también logró identificar las regiones de la Amazonia que actualmente presentan una gran diversidad y abundancia de especies domesticadas. La Amazonía boliviana y áreas aledañas, por ejemplo, albergan grandes extensiones de castañales que hoy son vitales para las comunidades locales. En otras regiones como el escudo de Guayana en el norte de la Amazonía, las especies domesticadas tienen una representación menor y la relación de éstas con los sitios arqueológicos no es tan clara, lo que indica la necesidad de mayor investigación sobre la historia de la ocupación de la Amazonia. La influencia que las ocupaciones históricas han tenido sobre la distribución y abundancia de especies domesticadas es un asunto que, de acuerdo a los autores, merece ser estudiado con mayor profundidad.
Aunque el número relativamente bajo de especies domesticadas de árboles utilizado en este estudio fue suficiente para revelar un fuerte efecto de las ocupaciones humanas pasadas en los bosques actuales, Marielos Peña Claros, investigadora boliviana en la Universidad de Wageningen en Holanda y miembro del directorio del Instituto Boliviano de Investigación Forestal indica que “El efecto de las ocupaciones humanas podría ser aún mayor que lo reportado en la investigación, ya que cientos de especies de árboles adicionales han sido manejadas por comunidades pre-colombinas sin ser necesariamente domesticadas”. Descubrir la compleja interacción que existe entre los factores históricos, ambientales y sociales responsables de la estructura de la inmensa biodiversidad de los bosques amazónicos compuesta por aproximadamente 16.000 especies de árboles es uno de los grandes objetivos del equipo de investigadores. Responder a estas interrogantes es una tarea urgente: la herencia dejada por los pueblos precolombinos, tanto en los sitios arqueológicos como en los bosques, está expuesta hoy a presiones y riesgos por deforestación, degradación, construcción de vías, minería y otras amenazas.
“Las especies domesticadas de árboles son vitales hoy para el sustento de muchas comunidades en la Amazonía”, comenta André Junqueira, posdoc en la Universidad de Wageningen y coautor del estudio. “Los resultados de este estudio tienen importantes implicaciones para la conservación. Hemos demostrado que las regiones del suroeste y este de la Amazonia son las que contienen una mayor abundancia y diversidad de especies domesticadas y, al mismo tiempo, es donde está ocurriendo la mayor proporción de degradación y deforestación. A pesar de no estar consideradas dentro de las áreas clásicamente consideradas como “hotspots” de biodiversidad, estas regiones deberían ser prioridad para la conservación por su alto valor para las poblaciones de la región”, expresa Flávia Costa, investigadora del INPA en Brasil y coautora del estudio.
Vincent Vos, uno de los coautores bolivianos del estudio por parte del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado, sobresalta la importancia de este estudio para la Amazonia boliviana: “Este estudio demuestra que los indígenas han tenido una influencia importante en la composición de los bosques amazónicos en especial en la Amazonía boliviana. Esta área representa uno de las áreas con mayor abundancia de especies domesticadas, pero ahora también se encuentra amenazada por altos niveles de deforestación y degradación. Entonces es importante comprender mejor como las prácticas de las comunidades campesinas e indígenas afectan los procesos ecológicos de los bosques amazónicos, para así poder ayudar en mejorar la eficiencia de las iniciativas de conservación y reforestación.”
Foto de portada: Amazonía boliviana desde el aire (Vincent A. Vos, CIPCA NA)
Accede al artículo científico aquí:
Levis et al. (2017). Persistent effects of pre-Columbian plant domestication on Amazonian forest composition