Nunca se había hablado tanto de los acuíferos cruceños como en los últimos tres meses. Desde octubre de 2022 dos hechos alertaron a la población a cerca de la importancia de cuidar las zonas de infiltración y de recarga hídrica para la ciudad de Santa Cruz: uno referente a la posible construcción de una carretera que cruzaría por medio de la Unidad de Conservación del Patrimonio Natural – Paisaje Protegido Departamental Güenda – Urubó que resguarda uno de los acuíferos cruceños más importantes y del que hablamos en extenso en un reportaje especial; y el otro relacionado a un avasallamiento violento que tuvo lugar en el Centro Turístico Kim, una propiedad privada de 109 hectáreas que viene a ser el área de amortiguamiento del Parque Regional Lomas de Arena.
Por Erika Bayá
Durante 52 días los predios de la familia Kim, ubicados cerca al octavo anillo de la Avenida Santos Dumont, justo en el límite entre los municipios de La Guardia y Santa Cruz de la Sierra, fueron tomados ilegalmente por más de 200 personas, que estarían implicados en tráfico de tierras. Durante la invasión amedrentaron y atacaron a los propietarios y trabajadores, prácticamente los secuestraron en su propia casa, metieron maquinaria pesada y empezaron a abrir calles, conformar manzanos, poner estacas para parcelar los terrenos. Hubo una jornada violenta con un saldo de 30 heridos graves entre bomberos, vecinos autoconvocados, incluso un periodista que resultó con lesiones y varios días de impedimento. El terreno se había convertido en un espacio inaccesible incluso para autoridades municipales y departamentales, ya que los invasores que estaban en el lugar, eran agresivos y la Policía no actuaba.
La situación se tornó tan complicada que la Gobernación de Santa Cruz tuvo que declarar una Pausa Ambiental Administrativa. Durante el anuncio el Secretario de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación, Jhonny Rojas, indicó que se dictó esta medida ante la falta de respuestas de los gobiernos municipales de Santa Cruz de la Sierra y La Guardia. Esta pausa, por un periodo de 12 meses, no permitirá la otorgación de licencias ambientales a ninguna actividad, proyecto u obra en la zona, con el fin de evitar mayor afectación y degradación del lugar.
Sin embargo, a pesar de la Pausa Ambiental, estas 200 personas continuaron con la destrucción del sitio, afectando no solo la paz de la familia, sino que debido a los incendios que realizaron, provocaron el calcinamiento de muchos animales. Fue así que el conjunto de esta situación llevó a la Gobernación, a los asambleístas departamentales y a los concejales municipales, a realizar denuncias y pedir a las autoridades nacionales y municipales actuar de acuerdo a sus competencias.
Después de casi dos meses, finalmente los avasalladores fueron desalojados durante una operación múltiple montada por la Policía dónde se capturó solo a 13 personas, pero se destruyó las 200 casetas precarias que armaron para sentar presencia de su ocupación y donde se encontró armas, piedras en envases, bombas molotov tipo bazuca, petardos, machetes, bates, hondas y otros.
La Fiscalía imputó a estas personas por los delitos de Destrucción de Bienes del Estado y Riqueza Natural, Incendio y Asociación Delictuosa. Al final de la audiencia, se fueron detenidos a la cárcel de Palmasola por 120 días, pero además la Asamblea Legislativa Departamental informó que la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia ha concedido la tutela de los derechos al medioambiente y al agua, en el marco de una acción popular. Esta acción denuncia los avasallamientos en los acuíferos de las Lomas de Arena y la resolución judicial determina que en adelante se prohíbe cualquier asentamiento humano en el lugar y se reconoce que existe un daño medioambiental.
Pero más allá de ser un centro turístico privado ¿Cuál es la importancia de esta propiedad y en realidad de toda esta zona? De acuerdo a Damián Vaca, director de la Red Biodiversidad, al ser el área de amortiguamiento del Parque Regional Lomas de Arena es parte del corredor que permite la infiltración del agua y alimentación de los acuíferos que están debajo de esta área protegida. Explicó que hay una línea de lagunas, todas interconectadas: Las Garzas, Tom Hacker, El Encanto, Aguas Claras, Palmira y posteriormente el Parque Regional. “Todo este conjunto de cuerpos de agua no solo forma un corredor importante para la infiltración, sino que a la vez es un regulador que evita que la ciudad de Santa Cruz se inunde en época de lluvias”.
Vaca precisó que durante la época de lluvias tenemos diversos cursos de las escorrentías que vienen de la serranía de Naranjillos o de la serranía del Parabanó, llegan a esta zona y son conducidas fuera de la ciudad a través de esta cadena de lagunas que pasan por las Lomas de Arena, una parte se infiltra y otra de manera superficial sigue su curso hasta el Río Grande, evitando de esta manera que estas aguas inunden la ciudad.
Sin embargo, lamenta que en estos últimos años se hubiera alterado este ciclo de lagunas. Sucede que en la Laguna las Garzas, con el aval del municipio de La Guardia y a pesar de ser una zona de preservación municipal, cambiaron el uso de suelo, la están rellenando y están creando una urbanización. “A pesar de que Las Garzas no se ha secado del todo, ya han puesto estacas para delimitar los lotes y hasta una barda separando el curso de conexión entre lagunas. Esta situación hará que el caudal, al no encontrar una salida, sobrepase estos espacios rellenados e ingrese a la mancha urbana. Con este tipo de acciones estamos haciendo una ciudad totalmente insostenible, por una parte ponemos en riesgo el agua de todos los cruceños y por otro lado estamos poniendo en riesgo la integridad de los habitantes, todo por una mala gestión territorial de las autoridades de turno”.
Los daños provocados por los avasallamientos y urbanizaciones ilegales, han tomado también el corredor de conexión entre la laguna El Encanto y Aguas Claras, se ha desmontado con maquinaria, han instalado un vertedero clandestino cerrando una de las líneas de agua que conecta Palmira y llega a Las Lomas de Arena. “Por eso es importante que no se permitan asentamientos en estas zonas prioritarias para la ciudad”, recalcó Damián Vaca que viene investigando hace años el patrimonio natural y cultural de la llanura cruceña y que lo ha plasmado en una teoría denominada “Epirogénesis Sudamericana: La Formación del Cono Tectónico Continental en Sudamérica” y es precisamente este estudio que lo lleva hasta el Centro Turístico Kim.
Sun Chen Kim, uno de los propietarios nos cuenta que el agua ya no corre como antes, a pesar de que este sitio privado fue certificado en 1995 por la entonces Prefectura de Santa Cruz como Servidumbre Ecológica, desde entonces esta zona no puede ser urbanizada, de acuerdo al Plan de Uso de Suelo está prohibida la agricultura por el uso de pesticidas o maquinaria pesada, porque se deben cuidar los canales que alimentan a las Lomas de Arena, por esta razón la familia decidió abrir las puertas al turismo de investigación y contemplación del paisaje. “En julio los Guardaparques de las Lomas de Arena hicieron un levantamiento de información y su informe dice que aquí han visto más fauna que en el Parque Regional”.
Pero a pesar de que la familia cumplió a rajatabla el mandato de 1995, el subalcalde Edwin Ortuño no se dio por enterado y abrió una calle que pasa por la propiedad y lo hizo con maquinaria pesada del municipio de Santa Cruz de la Sierra, tapando lagunas, bloqueando cursos de agua y todo esto con el fin de establecer urbanizaciones.
Para Damian Vaca hay una mala planificación de las autoridades municipales, incluso hablaban de canalizar con cemento estas líneas de agua. “Hay un desconocimiento de nuestro ecosistema no solo por parte de la población, de los vecinos, sino también de las autoridades, es importante revisar nuestra geografía, comprenderla. No se puede improvisar con obras que van a poner en riesgo el futuro del agua de todos los cruceños. Hay que aplicar todo el conocimiento en políticas de desarrollo que sean sostenibles, que contribuyan y no destruyan el patrimonio natural. Las malas decisiones ocasionarán problemas económicos con inundaciones, sequias y otros daños”.
El acuífero cruceño
Para comprender mejor todo este sistema de aguas subterráneas, recurrimos a Mónica Guzmán, la hidrogeóloga que ha estudiado cinco años el acuífero cruceño y está acabando un doctorado en modelación numérica aplicada a la recarga de acuíferos.
Explica que para entender cómo se mueve el agua debajo del suelo, debemos saber que todo empieza en el Sub-Andino, al oeste del Río Piraí, justo donde hay un cambio de pendiente, desde allí los sedimentos transportados por ríos se han depositado en forma abanicos aluviales. El abanico que abastece de agua a Santa Cruz empieza en el Torno, La Guardia un poco más al Oeste y se extiende radialmente hacia el Este, hasta llegar a Pailas limitando con el Río Grande, hacia el Noreste hacia Okinawa y hacia el norte llegando a Warnes.
“Es un abanico aluvial muy complejo, muy heterogéneo. Estos abanicos tienen una característica importante que se llama granodecrescencia, quiere decir que primero se depositan los sedimentos más grandes y después los más finos, por ello la parte más permeable del abanico que es el origen del flujo que irradia agua a todos los lugares que he mencionado; es justamente La Guardia, El Torno, la zona sur de Santa Cruz donde tenemos arenas altamente permeables y gravas. A medida que el abanico se va alejando hacia Río Grande vamos a tener más arcillas.”
Según Guzmán tenemos un abanico aluvial cuya primera descripción hidrogeológica se publicó en 1982 por GITEC, esta investigación ha demostrado que la dirección del flujo va desde la zona Sur Oeste de Santa Cruz, hacia el Este, Noreste y hacia el Norte. Hablando de la recarga ¿Qué le inyecta agua al abanico? Han identificado dos fuentes naturales de recarga: la primera constituye la alta infiltración en la zona de La Guardia, El Torno, sur de Santa Cruz y cerca al río Piraí y probablemente al otro lado del margen de este río, eso tiene lógica porque allí están los sedimentos más permeables. Otro mecanismo de recarga es el mismo Río Piraí que recoge las aguas superficiales desde Samaipata, Mairana, pasa por Santa Cruz y empieza a infiltrarse, entonces también le está dando agua al abanico.
Algo importante surgió de un estudio que hizo el Servicio Geológico Británico publicado en 1994, a la cabeza de Stephven Foster cuya meta era entender cómo la urbanización de Santa Cruz de la Sierra estaba afectando la recarga. “Se tiene el paradigma de que si se impermeabiliza habrá menos recarga ¿Qué está pasando con el crecimiento de la mancha urbana?”, indicó Guzmán.
Este estudio dedujo que la urbanización en Santa Cruz había desarrollado un tercer mecanismo de recarga hídrica que eran las fugas del sistema de agua potable y alcantarillado, es decir que todas las pérdidas le están inyectando agua a la parte más somera del acuífero, de donde percola a niveles más profundos a causa del bombeo excesivo.
“Tenemos tres mecanismos de recarga que nos dan agua: el primero es la infiltración de lluvia en todo el abanico, especialmente en toda la zona de La Guardia que va decreciendo hacia el área arcillosa de Okinawa y Pailas, el segundo es el río Piraí y el tercero son las fugas, algo que inicialmente llama la atención, sin embargo se ha demostrado que este mecanismo también se da en otros lugares del mundo como Mérida (México) y Hat Yai (Tailandia), por poner algunos ejemplos”.
Según la hidrogeóloga algo que resalta este informe es el verdadero problema que está comprometiendo la cantidad del agua a futuro para los habitantes de Santa Cruz de la Sierra, y es la contaminación.
Es sabido que con la expansión del área urbana primero llega el agua potable y después el alcantarillado, se han detectado contaminantes procedentes de las aguas residuales percolando y llegando a los pozos de agua que antes eran menos profundos, como respuesta a este problema las cooperativas de agua perforaban pozos aún más profundos. Si la contaminación llegaba a los 50 metros en ciertas zonas, perforaban a 100 mts y así hemos ido avanzando.
Estos hallazgos plasmados en el libro “Groundwater in urban development” publicado por el Banco Mundial en 1998 y más tarde en el artículo científico “Groundwater in urban development: a review of linkages and concerns” publicado en Hydrological Sciences Journal en 1999, resaltan que es muy riesgoso lo que se estaba haciendo ya en esos años, en los cuales estábamos escapando del problema. Tenemos contaminación que está bajando a niveles más profundos del acuífero. Al perforar cada vez más profundo se ejerce una especie de succión desde abajo, lo que se conoce como incremento del gradiente hidráulico vertical, con esto estamos haciendo que la contaminación se mueva mucho más rápido, a lo cual la solución aparente que le están dando es perforar aún más profundo.
Hace poco se introduce con fuerza el concepto de que las áreas de recarga preferencial están en la zona de Güendá – Urubó y Las Lomas de Arena, información ampliamente difundida por diversos medios de comunicación cuyo origen sería el estudio realizado por la GIZ; ambos lugares claramente son zonas de alta infiltración y tienen buena calidad de agua porque son poco intervenidas por el hombre, sin embargo, se han generado ciertas confusiones entre área de captura con área de recarga. Guzmán explica que recarga es todo el proceso que explica en esta nota y zonas de captura se refiere a las áreas específicas que alimentan directamente a los pozos de agua, los cuales al ser más profundos pueden inducir agua desde zonas mucho más lejanas.
“Llama la atención como hemos ido dinamizando el flujo en el acuífero intermedio a través de la explotación de agua subterránea a grandes profundidades, a tal grado que acorde a estos nuevos estudios estemos dependiendo en mayor proporción de zonas cada vez más lejanas, por ello, si bien es importante que se conserven los sitios desde donde el agua es captada por nuestros pozos el mayor problema en la actualidad sucede aquí, estamos contaminando a gran escala nuestro acuífero y estamos forzando a perforar pozos cada vez más profundos y aumentar cada vez más la dependencia del agua que tenemos de otras zonas.
Para la experta, definitivamente Güenda – Urubó y Lomas de Arena, son zonas que tienen mucha importancia hidrogeológica. La primera tiene una alta infiltración y parte del agua de esta zona llega actualmente a Santa Cruz, pero también la geomorfología indica que es muy probable que dote de agua al norte integrado, razón por la cual tiene una importancia incluso para mucha más gente de la que creemos.
En el caso de las Lomas de Arena, está documentado que por su poca intervención humana y alta infiltración el agua es de excelente calidad incluso a profundidades someras, pero el volumen de agua es reducido, hablando de soluciones, muchos de estos reportes técnicos, dan algunas alternativas, por ejemplo Bryan Morris, uno de los investigadores propone que Las Lomas de Arena por la excelente calidad de agua infiltrada y su ubicación en contra del sentido del flujo, es una buena alternativa para abastecer a la población, cuando el agua de abastecimiento esté muy contaminada. Recomiendan que se debería perforar pozos poco profundos al norte del Parque Regional y mezclar esa agua que es muy pura, con el agua de abastecimiento para empezar a diluir estos impactos de la urbanización y seguir dotando de este líquido vital.
Para Guzmán las aguas de Las Lomas tienen un valor estratégico, es una reserva de agua de muy buena calidad, que nos puede servir a futuro. El volumen no es suficiente, a gran escala es muy poca, pero tiene esa alternativa. La especialista nos cuenta que además de los acuíferos ya mencionados hay uno poco estudiado en el norte integrado, por la zona de Saavedra, Mineros, pero para ella es muy probable que el agua que infiltra al norte de Güendá – Urubó vaya a ser estratégica para el norte integrado, incluso talvez más que para nosotros, precisamente porque la física muestra que allá se iniciarían las línea de flujo de agua subterránea.
“Amerita proteger estas zonas, pero también la información debe llegar de una forma coherente a la población, debemos tomar conciencia y saber qué acciones tomar para cuidar la calidad de agua, que es básicamente lo que nos preocupa”.
Los pozos son perforados por las distintas cooperativas, hay pozos del sector industrial y también muchos clandestinos. Es muy difícil para las autoridades controlar todos los pozos y tener un censo de estos y por ende de todas las extracciones. El problema es que tanto el sector industrial como las cooperativas están perforando pozos cada vez más profundos y en ese sentido va la otra recomendación de Foster, que está dirigida a la calidad del agua y dice que se debe empezar a restringir las profundidades de perforación para consumo que no sea humano, es decir que hay que empezar a restringir la profundidad para usos industriales y comerciales, porque se está favoreciendo la percolación profunda de contaminantes succionando el agua hacia de los acuíferos intermedios y profundos. Estas actividades, si lo requieren, van a tener que invertir en tratamiento del agua, esto va a descomprimir el acuífero.
“Si hay más pozos someros y menos profundos va a ser más lenta la migración de toda la contaminación generada, principalmente por disposición de aguas residuales in-situ, que ha sido el factor más crítico, en todos los reportes señalan la falta de alcantarillado, por eso tenemos contaminación por nitratos y en algunas zonas se está movilizando el manganeso”, explicó.
Lomas de Arena es mencionado en uno de los reportes de Bryan Morris que dice que si bien es un área protegida, debe reforzar la protección justamente porque va a ser nuestro reservorio a futuro cuando lleguemos a niveles de contaminación que sobrepasen la norma boliviana de calidad de agua, cuando ya los pozos de las cooperativas tengan elevadas concentraciones de contaminantes.
Para la hidrogeóloga, sería muy acertado perforar pozos poco profundos en las Lomas de Arena, porque podríamos interceptar agua pura antes de que vaya a mezclarse debajo de la ciudad, estas perforaciones no afectarían al área protegida porque no se extraería grandes cantidades, además se puede monitorear. Serían pozos de 50 metros aproximadamente, “más miedo me da perforar pozos a 300 o 400 m. y hasta hace poco teníamos pozos incluso a profundidades de 600 m. extrayendo grandes volúmenes de agua para enfriar motores en la termoeléctrica. Debemos parar de una vez las perforaciones tan profundas, hace seis años el pozo más profundo utilizado para consumo humano estaba a 350 m. pero ese dato va en acenso porque nos estamos escapando de la contaminación”.
En definitiva, reiteró que las Lomas de Arena es nuestra reserva de agua para el futuro por sus arenas eólicas muy permeables ubicadas en una posición favorable al flujo, si la afectamos, quizás a futuro sus aguas ya no sean una opción. Estamos jugando con fuego al intervenir esta zona y no cuidarla de los avasallamientos o urbanizaciones ilegales.
Imagen principal: UCPN Lomas de Arena. Foto: Liceth Martinez Iraña
*Este reportaje fue apoyado por Internews Earth Journalism Network