Por RAI

Tres especies de parabas que habitan la sabana amazónica beniana son claves en la dispersión de la palma del motacú, ayudando a ejercer una gran influencia en la distribución espacial de esta palmera y dando estructura al paisaje.

Un artículo científico recientemente publicado en Scientific Reports, un journal de investigación científica de la revista Nature, demostró que especies de parabas como la Paraba Amarilla (Ara ararauna), la Barba Azul (Ara glaucogularis) –endémica de Bolivia y en peligro crítico de extinción, que habita únicamente en el departamento del Beni –y la parabachi Ara severus son unas de los principales especies dispersoras de la semilla de la palmera de motacú Attalea princeps.

El artículo indica que estas parabas pueden transportar grandes frutos usando sus picos, pero que en estudios realizados anteriormente no era considerado su rol como dispersores de semillas. De esa manera, las tres especies del estudio dispersaron frutas a altas tasas (75-100% de frutos) hasta árboles que se encontraban a una distancia de hasta 1200 mts., de donde consumieron la pulpa y dispersaron semillas enteras, debido a que sus picos no son capaces de partir las semillas. Los resultados evidencian que estas aves son actualmente los principales dispersores primarios de la palma de Motacú en hábitats degradados, siendo además el Motacú la principal especie dominante en las sabanas amazónicas del Beni, resaltando además que dispersan estas semillas en tasas más altas que otras especies nativas frugívoras, incluso que el mismo ganado.

Semillas de motacú comidas por Parabas. Foto: José A. Díaz y José Tella

Este hecho contribuye a la regeneración del bosque y su conectividad entre bosques distantes. Los autores del estudio, afirman que estos resultados ponen de relieve la importancia que tienen estas parabas –también conocidas como guacamayos–, como legítimos dispersores primarios de plantas de semillas grandes a larga distancia. Con esto, hacen notar su papel clave en la configuración de la estructura del paisaje y el funcionamiento del bioma amazónico.

Dos parabas Barba Azul (Ara glaucogularis), endémicas del Beni y en peligro crítico de extinción, comiendo semillas de palma de motacú. Foto: José A. Díaz y José Tella

Por su parte, José Antonio Díaz, director de la Fundación para la Conservación de los Loros en Bolivia (CLB) y uno de los autores del estudio, afirma que con este descubrimiento se ayudará a resaltar la importancia del rol de las parabas como modeladores del paisaje. “Actualmente, en la Amazonía Boliviana estamos sufriendo un proceso de pérdida de fauna en los bosques primarios y secundarios, entre ellas especies que cumplen un rol dispersor muy importante en el ambiente como las antas y los jochis. Hemos podido demostrar que diferentes especies de parabas, por su plasticidad a la hora de ocupar hábitats secundarios, con un alto grado de impacto y ocupación humana, estarían cumpliendo un rol importantísimo en la regeneración natural de estos ecosistemas, en fases previas a su recolonización por otros dispersores nativos ahora ausentes´´. Asimismo, Díaz afirmó que continuarán avanzando en los estudios de la capacidad  dispersora que tienen los psitácidos en la Amazonia Boliviana, como un indicador claro del importante rol que cumplen en el ecosistema.

Para leer el artículo completo ingresa al enlace: https://www.nature.com/articles/s41598-017-07697-5

Foto de portada: Paraba amarilla / José Antonio Díaz – CLB

Autores del estudio: Adrián Baños-VillalbaGuillermo BlancoJosé A. Díaz-LuqueFrancisco V. DénesFernando Hiraldo y José L. Tella

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