Por Sixto Angulo (RAI)
Alrededor del mundo y prácticamente en todos los hábitats, incluso los que ha generado o degenerado el hombre, vuelan, corren y nadan, aproximadamente 10.000 especies de aves, cumpliendo roles vitales que permiten que la vida siga estando tan viva en nuestro planeta azul.
Algunas especies son especialistas polinizadores como los picaflores, que para muchas plantas son la única opción para dar frutos. Otras dispersan semillas, como los sayubús, tordos y maticos, otras controlan la diseminación de semillas ayudando a que el monte no se desequilibre, y en este grupo entre los principales se encuentran los loros.
También están las que ayudan a limpiar el medio ambiente como los suchas, cóndores y carcañas, y las que ayudan a controlar las poblaciones de insectos; gracias a ellas es que los bichos no han acabado con nosotros. Estas son solo algunas de las principales y más notorias funciones que cumplen las aves. Lo cierto es que por su especialización e incluso adaptabilidad, no se puede pensar en un mundo en equilibrio sin aves.
Alrededor del mundo y prácticamente en todos los hábitats, vuelan, corren y nadan, aproximadamente 10.000 especies de aves, cumpliendo con roles vitales que permiten que la vida siga estando tan viva en este planeta azul.
El ave más antigua de nuestro planeta fue encontrada en Baviera, Alemania, y fue descrita en el año1863, por el profesor Richard Owen, quien le otorgó el nombre de Archaeopteryx lithographica, que literalmente significa: ala antigua grabada en la piedra. Dicho sea de paso, no tenía pechuga, poseía dientes, contaba con tres dedos en cada mano y posiblemente no volaba. Se dice que otro paleontólogo llamado Von Meyer había encontrado ya en 1855 otro fósil de Archaeopteryx, sólo que lo confundió con un pterosaurio, dinosaurio planeador, cuyo nombre científico es Pterodactylus crassipes.
Las aves siempre han sido motivo de fascinación para la humanidad, y por supuesto que hay más de un motivo para ello. No sólo para admirarlas sino hasta para envidiarlas, de estos motivos, el que más sobresale es sin duda su consabida destreza o don del vuelo, el cual fue logrado tras una severa transformación evolutiva.
“El cielo más puro de América”, como reza el himno de nuestra Santa Cruz, lo compartimos con alrededor de 1.060 especies de aves silvestres, que habitan en todo el departamento (de un total de 1.400 especies que existen en toda Bolivia), incluyendo la tan distribuida paloma de castilla y el gorrión común, que aunque originalmente son dos especies introducidas, ya son parte de nuestra avifauna, principalmente en los sitios de asentamiento humano.
“El cielo más puro de América como reza el himno de nuestra Santa Cruz”, lo compartimos con alrededor de 1.060 especies de aves silvestres en todo el departamento, de un total de 1.400 especies que existen en toda Bolivia.
Viendo concretamente el caso de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, se la puede considerar con toda justicia, privilegiada porque incluso dentro del área urbana se puede observar una gran variedad de aves; hasta al mismísimo halcón peregrino, uno de los campeones en recorridos migratorios. También, es muy común ver en las casas al chichuriru (Troglodytes aedon), un ave pequeña pero importante por su control de insectos y arañas; al sayubú (Thraupis sayaca) comiendo frutas como papaya, guayaba y ambaibo; al tordo (Gnorimopsar chopi) con su canto siempre alegre; al diligente tiluchi (Furnarius rufus), y muchos otros más.
Pero las aves, para el cruceño no sólo son parte de un espectáculo para el que no son necesarias las jaulas para disfrutar, sino parte integral de su cultura. Prueba de ello, están los tradicionales apodos, cuentos y bromas propias del humor camba, como por ejemplo las expresiones “cabeza de cerere”, cuando alguien va con los cabellos parados haciendo alusión al Guira guira, o “piernas de tibibi”, refiriéndose a alguien con piernas delgadas en alusión al playerito Charadrius collaris, o “maúri”, a alguien de piel morena por el Crotophaga ani o “sos tiluchi para…” elogiando alguna habilidad de la persona.
El 14 de mayo de 2009 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de acuerdo a su última evaluación de la situación mundial de las aves, confirmó que éstas están más amenazadas de extinción como nunca antes, ya que hay 1.227 especies (el 12 por ciento del total) bajo amenaza de extinción.
Pero tristemente, el 14 de mayo de 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) informó que de acuerdo a su última evaluación de la situación mundial de las aves, éstas están más amenazadas de extinción como nunca antes, ya que hay 1.227 especies (el 12 por ciento del total) bajo amenaza de extinción. De esa manera, parece ser que la única esperanza para ellas como para el resto, somos nosotros los seres humanos, la especie de mayor impacto, donde cada uno puede hacer lo suyo, para que las aves tengan donde volar y sigan haciéndolo libremente. La buena noticia es que se las puede ayudar sin grandes sacrificios.
Aquí les dejo algunas recomendaciones prácticas para hacer esto posible:
- No compren aves para tenerlas como mascotas, sobre todo cuando son especies en peligro de extinción, como son algunas especies de parabas y loros. Más aún, si estas fueron extraídas de la naturaleza, ya que al comprarlas apoyan un comercio ilícito.
- Es bueno que planten árboles en su jardín, sobre todo especies frutales y en lo posible nativas como por ejemplo guapurú, ocoró, achachairú y ambaibo, ya que son fuentes de alimentos de muchas especies de aves.
- Procuremos educar a nuestros niños a que no persigan a las aves con hondas. Mejor que practiquen su puntería sobre latas, ya que las latas ni sienten, ni tienen pichones que las esperan.
Si deseas conocer más sobre las aves de Santa Cruz y Bolivia ingresa al siguiente link: http://www.pajareandobolivia.blogspot.com/
Sobre el autor:
Sixto Angulo es Veterinario y Zootecnista, especialista en fauna silvestre con 16 años de experiencia. Ha formado parte de equipos multidisciplinarios abarcando temáticas de salud de ecosistemas, análisis de conflictos entre actividades humanas y la fauna silvestre, manejo de fauna y conflictos socioambientales en comunidades Chiquitanas. Actualmente apoya un programa en estas temáticas en la Fundación para la Conservación del Bosque Seco Chiquitano (FCBC) y la Cooperación Alemana con su programa Servicio Civil para la Paz.