Por Antonio José Paz Cardona / Mongabay Latam
- Este pueblo indígena que habita en la provincia amazónica de Sucumbios cuenta con menos de 1000 personas y podría estar en peligro de desaparecer si la pandemia avanza en su comunidad.
- Dos ancianos han muerto y presentaron síntomas asociados al COVID-19. El Ministerio de Salud argumentó que no tenían recursos para realizar pruebas en la comunidad y los siekopai tuvieron que buscar donaciones para adquirir pruebas rápidas y PCR. Aún falta la confirmación de muchos casos.
El 14 de abril la nacionalidad indígena siekopai, que habita en la provincia amazónica de Sucumbíos en Ecuador, reportó el fallecimiento de un anciano con diagnóstico probable de COVID-19 y que alrededor de 20 personas estarían con síntomas del virus.
En ese momento, equipos del Ministerio de Salud Pública (MSP) de los cantones Cuyabeno y Shushufindi revisaron a algunas de las personas que tenían síntomas, pero no a todas. Los médicos que visitaron a los pobladores siekopai dijeron que los síntomas no tenían relación con la pandemia, sino que se trataba de problemas de amígdalas o de neumonía bacteriana. Sin embargo, tomaron una muestra PCR al hijo del anciano siekopai que murió para detectar la enfermedad.
El fin de semana del 2 y 3 de mayo los indígenas alzaron de nuevo su voz pues habían confirmado sus sospechas. Según denunciaron, el 29 de abril se conoció que la muestra dio positiva y que el 21 de abril otro adulto mayor, con sintomatología coincidente con COVID-19, también falleció. La máxima alerta la dieron al indicar que entre el 27 y el 29 de abril se tomaron 44 pruebas rápidas de las cuales 14 resultaron positivas. A ocho de esas personas les tomaron la prueba PCR pero siguen esperando los resultados. Los siekopai piden apoyo del gobierno pues su población es de menos de 1000 personas y esta pandemia podría llevarlos al exterminio.
14 pruebas positivas y dos ancianos muertos
“No podemos estar excluidos de la atención médica que el Estado debe dar, han muerto dos de nuestros abuelos en este tiempo, aún no confirmados por COVID-19, pero sí con síntomas asociados”, asegura Justino Piaguaje, presidente de la nacionalidad indígena siekopai.
Según cuenta Piaguaje, cuando murió el primer abuelo, el 14 de abril, recién el Ministerio de Salud hizo prueba a uno de los familiares. Esto, a pesar de que la comunidad había pedido atención muchas semanas atrás.
Los líderes siekopai comentan que en el Ministerio dijeron que no tenían pruebas rápidas ni PCR para atender a la comunidad. Los indígenas buscaron a Petroecuador y Andes Petroleum, dos petroleras que trabajan cerca de sus territorios, para pedir ayuda pero aseguran que Petroecuador no respondió y Andes Petroleum les indicó que no podían ayudar con la petición pues estaba fuera de sus protocolos. En un comunicado los siekopai condenaron la respuesta de las compañías que “se acercan a nuestra nacionalidad y muestran disposición de cooperar solo cuando el apoyo o respuesta comunitaria beneficia sus intereses económicos”.
Mongabay Latam intentó contactar a Andes Petroleum y Petroecuador pero hasta el momento de la publicación de este texto no se obtuvo respuesta.
Ante la negativa del Estado y de las petroleras, los siekopai tuvieron que buscar donaciones y fue así como adquirieron 50 pruebas rápidas y otras PCR que entregaron al Ministerio de Salud Pública (MSP) de Cuyabeno. El MSP aplicó, entre el 27 y el 29 de abril, 44 pruebas rápidas: 14 indígenas y tres servidores de la salud dieron positivo. Adicionalmente, se practicaron ocho pruebas PCR de las que todavía no tienen resultados y Justino Piaguaje afirma que desconocen el protocolo que siguió el personal médico que resultó positivo.
El 30 de abril, luego de que se confirmó que el hijo del primer anciano muerto dio positivo a COVID-19, dirigentes siekopai y miembros del Distrito Cuyabeno del MSP tuvieron una reunión donde la institución se comprometió a desarrollar un plan de contingencia e intervención para ser socializado con la comunidad pero los indígenas siguen a la espera de que se presente dicho plan.
La zozobra siguió reinando entre los siekopai pues la noche del 3 de mayo se supo que una segunda prueba PCR dio positiva. A pesar de esto, hasta el momento no se han implementado cercos epidemiológicos, no se ha brindado información, atención o búsqueda de casos en otras comunidades aledañas.
Mongabay Latam buscó al MSP para preguntarle si es verdad que no tienen pruebas para realizar en la comunidad siekopai, qué medidas de atención adelantan con las comunidades indígenas y cuándo se obtendrán los resultados de las ocho pruebas PCR. Sin embargo, hasta el momento de publicación de esta nota no se obtuvo respuesta.
La preocupación ha llegado a oídos internacionales. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le pidió recientemente a Ecuador que adoptara medidas eficaces para proteger a los indígenas siekopai. La Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) de la Comisión indicó que “los pueblos indígenas tienen derecho a recibir una atención de salud con pertinencia cultural que tome en cuenta los cuidados preventivos, las prácticas curativas y las medicinas tradicionales”.
Necesidades básicas insatisfechas
“Las personas se han aislado en sus casas, en sus fincas. Los que tienen síntomas no hemos sido atendidos, solo hemos usado nuestra propia medicina, no salimos del núcleo familiar, cada uno en su espacio”, asegura el presidente siekopai, Justino Piaguaje.
El líder indígena confirmó que algunos miembros de la comunidad se han asilado en el sitio conocido como Lagartococha. “Ha sido un sitio estratégico, histórico y cultural. En el pasado, a inicios de 1900, cuando hubo una pandemia nuestros abuelos se refugiaron allí, nosotros somos producto de esos refugios, ahora hemos aplicado la misma estrategia. Seis familias se trasladaron para allá pero tenemos preocupación porque quizás estas familias ya están con COVID-19 pues algunos tenían síntomas. Tenemos que movilizarnos rápido para hacer las pruebas allá”, manifiesta con preocupación el dirigente.
A esto se suma que el problema no ha sido solo de salud. Los siekopai han advertido de la difícil situación alimentaria que atraviesan. Las actividades de cacería o pesca se han visto restringidas por la presión de terceros y por la contaminación de fuentes de agua. Así mismo, por las restricciones de movilidad y aislamiento “nos hemos visto impedidos para realizar actividades de sustento económico y también para acceder con normalidad a centros poblados para la compra de víveres”, dice Piaguaje.
Desde el pasado 22 de abril están a la espera de la llegada de 184 kits de alimentos obtenidos gracias a la gestión realizada por la dirigencia de la nacionalidad y defensores de derechos humanos, pero hasta el momento no ha llegado nada.
“Las comunidades no podrán mantener el aislamiento sino tienen seguridad en la alimentación. No basta con una ración para tres o cuatro días, solo con alimentos procesados para tres o cuatro personas”, dice Lina María Espinoza, defensora de derechos humanos e integrante de la organización Amazon Frontlines.
Los siekopai tienen una alimentación ancestral en la cual no están acostumbrados a alimentos procesados y su núcleo familiar está compuesto por mínimo siete personas. “Si el Ministerio de Salud no puede cumplir con lo exigido, que lo exprese públicamente. Y si el Estado no está en capacidad de responderles a las comunidades tendrán que buscar otras opciones”, agrega Espinoza.
Andrés Tapia, dirigente de comunicación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), asegura que han hecho llamados permanentes al Estado pero “se hacen oídos sordos”. Tapia asegura que “hace varias semanas se ha informado de la alerta y los síntomas que se presentaban, pero ya tenemos que lamentar los casos confirmados y la posibilidad de contagio inminente. Es necesario una acción urgente”.
Jorge Acero, abogado de los siekopai, indica que en Sucumbíos y el resto de provincias amazónicas hay unas pocas pruebas que se reservan solo para casos imprescindibles. “Cuando se necesita aplicarlas se solicita a la misma comunidad o a la ONG que busquen y consigan esas pruebas. Además pueden pasar hasta 20 días para obtener resultados, lo cual impide hacer cercos epidemiológicos y protocolos de atención adecuados”, dice.
De acuerdo con Acero, en toda la provincia de Sucumbíos —donde gran parte de la población es indígena— se había realizado, hasta hace tres semanas, aproximadamente 659 pruebas PCR, pero hasta el momento solo se tienen resultados de 140. “Eso revela cómo los pueblos se enfrentan con el olvido y el abandono históricos. El gobierno tiene que responder desde el nivel central con el Ministerio de Salud, pero también desde el nivel local para garantizar y proteger otros derechos”.
*Imagen principal: Miembros de la nacionalidad siekopai en territorio ancestral siekopai, Amazonia ecuatoriana. Foto: Amazon Frontlines y Alianza Ceibo.
Fuente: Mongabay Latam