Ya no quedan dudas (por si quedaba alguna): las actividades humanas son las que han calentado el planeta, y producido cambios rápidos y generalizados en el clima mundial (algunos de los cuales ya están fijados). [A.1, página 5]
La ciencia de atribución mejorada encuentra evidencias del impacto de la humanidad en todo el sistema climático: las emisiones causadas por el hombre son ahora responsables de un planeta alterado y menos estable. En este sentido, los científicos afirman que es inequívoco que el cambio climático está causado por nosotros.
En otras palabras: la influencia humana ha calentado el clima a un ritmo sin precedentes en, al menos, los últimos 2000 años.
El Acuerdo de París establece como objetivo que el aumento de la temperatura para finales de siglo no supere los 2°C y preferiblemente no ascienda por encima de 1,5°C. Pero, en esto, el informe del IPCC es contundente: tanto 1,5°C como 2°C se superarán durante el siglo XXI a menos que se reduzca profundamente el dióxido de carbono (CO2), junto con otras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, causantes del cambio climático), hasta llegar a un nivel neto cero en torno a 2050 o después [B.1, página 17, nota 25 y 26]. Estos otros GEI son principalmente el metano y el óxido nitroso, cuya producción está asociada tanto a los combustibles fósiles como a actividades agrícola-ganaderas.
Para que se comprenda bien: estamos en una situación que no tiene precedentes en la historia de la especie humana. La última vez que la temperatura de la superficie de la Tierra superó los 2,5°C (en comparación con los niveles preindustriales) fue hace más de 3 millones de años. [B1.1, página 17]
Principales hallazgos
- El ritmo de calentamiento se está acelerando: las temperaturas de la superficie del planeta han aumentado más rápido desde 1970 que en cualquier otro período de 50 años durante, al menos, los últimos 2000 años. [A.2.2, página 9]
- Las emisiones de origen humano son responsables de casi la totalidad del calentamiento global. [Nota 11 y A.1.3, página 6]
- En todos los escenarios, el planeta se calentará 1,5°C. En la trayectoria de emisiones más ambiciosa, alcanzaremos 1,5°C en la década de 2030, superaremos los 1,6°C y las temperaturas volverán a bajar a 1,4°C a finales de siglo.
- El IPCC proyecta que se superará un calentamiento global de 1,5°C en el futuro próximo (entre 2021 y 2040) y se mantendrá por encima de esa temperatura hasta el final del siglo, en todos los escenarios, excepto en el de emisiones más bajas. En este último, el planeta se mantendrá por debajo de 1,5°C, tras un rebasamiento temporal de menos de 0,1°C, antes de que se elimine el carbono de la atmósfera y las temperaturas vuelvan a bajar.
- A medida que la temperatura media mundial sigue subiendo, aumenta el riesgo de que se produzca una media temporal de 1,5°C en al menos uno de los próximos cinco años. De todos modos, subraya el informe, la aparición de un solo año de cambio de temperatura por encima de un determinado nivel —como 1,5°C y 2°C— no implica que se haya superado el nivel de calentamiento global. [B.1.4, página 19]
- En 2019, las concentraciones atmosféricas de CO2 fueron más altas que en cualquier momento en al menos 2 millones de años. A su vez, las concentraciones de metano y óxido nitroso, ambos GEI significativos, fueron más altas que en cualquier momento en al menos 800.000 años. [A.2.1, página 9]
- Con políticas proactivas para combatir el cambio climático, el CO2 seguirá aumentando y se estabilizará hacia mediados de siglo, para luego empezar a disminuir, con la caída más pronunciada justo antes del final del siglo. El metano y el dióxido de azufre continuarán aumentando y comenzarán a disminuir a mediados de siglo. El óxido nitroso presenta una tendencia al alza y no disminuye hasta bien entrada la segunda mitad del siglo. Con los planes actuales, la mejor estimación es de 2,7°C en 2100. [Figura SPM4, panel a, página 17 y Tabla SPM1, página 18]
- Para los científicos, es clara la necesidad de reducir los GEI distintos del CO2 a corto plazo: las emisiones de metano son especialmente preocupantes.
- Muchas de las consecuencias del cambio climático en curso son irreversibles en escalas de tiempo centenarias o milenarias, especialmente en lo que respecta a los cambios en el océano, las capas de hielo y el nivel global del mar [B.5, página 28]. El mundo natural se verá perjudicado por un mayor calentamiento, por lo que los ecosistemas terrestres y oceánicos tienen una capacidad limitada para ayudarnos a resolver el desafío climático.
- Para detener el calentamiento global, los tomadores de decisiones deben poner en marcha planes de cero neto. La remoción del CO2 es una herramienta crucial para ello, pero sólo será útil si es acompañada por una rápida y profunda reducción de las emisiones.
Impactos futuros
- La escala de los cambios recientes experimentados en todo el sistema climático y gran parte de su estado actual no tienen precedentes en miles de años. [A.2, página 9]
- En la última década, el hielo marino del Ártico alcanzó su nivel más bajo desde 1850. [A.2.3, página 9]
- En el informe se evalúan puntos de inflexión de los que no se puede volver, cuya escala podría ser devastadora. Entre ellos se incluye un colapso de la capa de hielo, cambios bruscos en la circulación de los océanos, algunos eventos extremos compuestos y un calentamiento sustancialmente mayor al evaluado como muy probable a futuro. La probabilidad de ocurrencia de estos fenómenos es baja, pero no puede ser descartada. [C.3, página 35]
- Cuanto más pasemos de 1,5°C, mayores serán los riesgos imprevisibles y graves que se acumularán en nuestro mundo. Estos puntos de inflexión podrían producirse a escala global y regional, incluso para un calentamiento global dentro del rango muy probable de los escenarios de emisiones considerados. No se pueden descartar respuestas bruscas y puntos de inflexión del sistema climático, como un fuerte aumento del deshielo en la Antártida y el retroceso total de los bosques. [C.3.2, página 35]
- El aumento del nivel medio del mar a nivel mundial ha aumentado más rápido desde 1900 que en cualquier otro momento de los últimos 3000 años. [A.2.4, página 9]
- Las olas de calor marinas han duplicado su frecuencia desde la década de 1980. Es muy probable que la influencia humana haya contribuido a la mayoría de ellas desde, al menos, 2006. [A.3.1, página 10]
- Los glaciares montañosos y polares seguirán derritiéndose durante décadas o siglos, mientras que la pérdida de carbono del permafrost por el deshielo es irreversible si se considera en un período de 1000 años. [B.5.2, página 28]
- El aumento mundial del nivel medio del mar por encima del rango probable —hasta 2 metros en 2100 y 5 metros en 2150— no puede descartarse en el escenario de emisiones más alto, debido a la profunda incertidumbre en los procesos de la capa de hielo. [B.5.3, página 28]
- El aumento del nivel del mar continuará durante cientos o miles de años, incluso en las trayectorias climáticas más ambiciosas. [D1.6, página 39]
- Desde que se publicó el AR5 (el informe previo del IPCC), se han producido importantes actualizaciones de las pruebas y los conocimientos sobre los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático. Los nuevos avances en la ciencia de la atribución —en la que los científicos analizan en qué medida las actividades humanas han influido en determinados fenómenos meteorológicos— han dejado en claro que la humanidad está contribuyendo al aumento tanto de la probabilidad como de la gravedad del calor extremo, las precipitaciones, las sequías y los ciclones tropicales. [A3, A.3.1, A.3.2, A.3.4, página 10]
- La mayor parte del planeta ya está soportando temperaturas extremas (incluyendo olas de calor), desde América del Norte, Europa y Australia hasta grandes partes de América latina, el este y oeste de África del Sur, Siberia, Rusia y toda Asia [Figura SPM 3, página 14]. Algunos de los recientes extremos cálidos habrían sido extremadamente improbables sin la influencia humana. [A.3.1, página 10]
- Si bien se sabe menos sobre las sequías, hay pruebas suficientes que demuestran que el noreste de Sudáfrica, el Mediterráneo, el sur de Australia y la costa oeste de América del Norte, en particular, se enfrentan a un aumento de este fenómeno. [Figura SPM 3, página 14]
- El norte de Europa, algunas zonas de América del Norte y el sur de África están sufriendo un aumento de las precipitaciones, pero se necesitan más datos para conocer la situación en otros lugares. [Figura SPM 3, página 14]
- Es probable que la proporción global de ciclones tropicales de categoría 3-5 haya aumentado en los últimos 40 años. Existe un alto grado de confianza de que el cambio climático inducido por el hombre significa que los ciclones tropicales traen consigo precipitaciones más pesadas e intensas. [A.3.4, página 11]
- Los cambios proyectados en los extremos son mayores en frecuencia e intensidad con cada incremento adicional del calentamiento global [B2.2, página 19, Figura SPM5, página 21]. Los incendios y las inundaciones que se han visto en los últimos meses en el verano boreal se están sobrealimentando a medida que el calentamiento inducido por el hombre cambia el sistema climático.
- Extremos más calurosos y secos: los extremos de calor que podrían haber ocurrido sólo con poca frecuencia sin el calentamiento inducido por el hombre, se superan rápidamente en intensidad y frecuencia a medida que aumentan las temperaturas. [Figura SPM5, página 21 y Figura SPM6, página 22]
- También se prevé que las precipitaciones extremas sean más frecuentes, y aporten una cantidad de agua significativa y creciente cuando se produzcan. [Figura SPM6, página 22]
- Una actualización crucial del AR6 WGI es el análisis de los eventos compuestos —por ejemplo: olas de calor y sequías que ocurren cerca o incluso al mismo tiempo—. Esto supone un riesgo particular, ya que a menudo dejan a las comunidades con poco o nada de tiempo para recuperarse entre los eventos. El informe concluye que la influencia humana probablemente ha aumentado la posibilidad de que se produzcan fenómenos extremos compuestos desde la década de 1950. [A.3.5, página 11]
Lucha contra los GEI, es algo más que el CO2
- La cantidad de CO2 que aún puede liberarse es de unos 400 Gt, si queremos tener un 67% de posibilidades de mantenernos por debajo de 1,5°C (en comparación con el período 1850-1900). [Tabla SPM.2, página 38]
- El AR6 es la primera evaluación del IPCC en incluir un capítulo (el sexto) dedicado a los denominados “forzadores climáticos de vida corta”, como los aerosoles, las partículas y otros gases reactivos (como el ozono) que existen en la atmósfera entre unas horas y un par de meses (también incluye al metano, que tiene una vida de unos 12 años).
- El informe concluye que las concentraciones de metano y óxido nitroso son ahora más altas que en cualquier otro momento de los últimos 800.000 años, y afirma que las restricciones estrictas de metano son vitales para frenar el calentamiento global. Las concentraciones de CO2 no tienen precedentes en al menos los últimos 2 millones de años.
- Una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de metano también limitaría el efecto de calentamiento resultante de la disminución de la contaminación por aerosoles y mejoraría la calidad del aire. [D.1, página 36]
- Nota: los aerosoles, como el dióxido de azufre (SO2) y el óxido nitroso (NO2), son responsables de la contaminación atmosférica, que a menudo se encuentra en niveles concentrados en las ciudades, por ejemplo. Causan 4,2 millones de muertes prematuras al año, pero también aportan temporalmente un efecto de enfriamiento a la atmósfera.
- Terminar con la contaminación por aerosoles tendría beneficios para la salud y las finanzas, pero su efecto de enmascaramiento del calentamiento global desaparecerá [Capítulo 6, página 78]. La reducción de las emisiones de metano también ofrecerá un fuerte cobeneficio al equilibrar el calentamiento que se producirá cuando termine este efecto de enmascaramiento.
Proyecciones futuras e implicaciones para cero neto
- La capacidad de los sumideros terrestres y oceánicos para absorber el carbono no es infinita, y soportan la mayor carga de carbono en los dos escenarios más ambiciosos. Esta capacidad no aumenta proporcionalmente con las emisiones de GEI. En los otros tres escenarios evaluados, los sumideros naturales secuestran una parte rápidamente decreciente de las emisiones. [Figura SPM7, página 27]
- Actualmente, estamos lidiando con emisiones de carbono del pasado y queremos evitar que las generaciones futuras tengan que lidiar con más. Desde la perspectiva de la ciencia física, limitar el calentamiento global inducido por el hombre a un nivel específico requiere de limitar las emisiones acumuladas de CO2, alcanzando al menos las emisiones cero netas de CO2, junto con fuertes reducciones en otras emisiones de GEI. [D.1, página 36]
- Se requiere del secuestro de dióxido de carbono (CDR, por sus siglas en inglés). [D1.8, página 40]
- La CDR abarca una amplia gama de métodos, desde la forestación y la restauración de humedales hasta la captura y almacenamiento directo de carbono en el aire (DACCS, por sus siglas en inglés) y la fertilización de los océanos. [Capítulo 5, Tabla 5.10]
- A medida que los niveles de emisiones de CO2 sigan aumentando, se prevé que los sumideros de carbono oceánicos y terrestres sean menos eficaces para frenar la acumulación de CO2 en la atmósfera. [B.4, página 24]
- La forma en que reaccionará el ciclo del carbono (llamada retroalimentación o bucles de retroalimentación) se vuelve más incierta, así como más importante, bajo un escenario de altas emisiones de CO2. Cuanto más empujemos el sistema climático, más imprevisible será, pero esas respuestas serán de magnitud seria. [B4.3, página 26]
- La remoción de carbono no es “igual a igual”. Cuando se emite una tonelada de CO2 a la atmósfera, el efecto que tiene sobre el CO2 atmosférico es mayor que cuando se la elimina por medio de CDR, debido a la respuesta de la tierra y el océano. [D1.5, página 39]
- El rango de sensibilidad climática se ha reducido desde el último ciclo de evaluación del IPCC. La mejor estimación evaluada en el AR6 es de 3°C con un rango probable de 2,5°C a 4°C, en comparación con los 1,5°C a 4,5°C del AR5, que no proporcionó una mejor estimación. [A4.4, página 14]
Citas
Profesor Miguel Taboada, científico del suelo y del clima de la Universidad de Buenos Aires (Argentina)
“El informe del IPCC subraya la importancia de atajar los gases de efecto invernadero, como el metano. El ganado rumiante y los arrozales inundados son fuentes agrícolas clave de estas emisiones. Los esfuerzos de mitigación deben centrarse en la gestión de la demanda, incluyendo el cambio a dietas con más cereales, legumbres y verduras. La producción ganadera debería realizarse mediante sistemas de pastoreo integrados, como los silvopastoriles, que ayudan a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero al capturar el dióxido de carbono en los árboles y el suelo.”
Tuntiak Katan, líder Shuar de la Amazonía ecuatoriana, coordinador General de la Alianza Global de Comunidades Territoriales y Vicecoordinador de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA)
“Los científicos acaban de confirmar hoy lo que venimos diciendo desde hace años: el mundo está llevando los ecosistemas a sus límites y no pueden seguir ignorando nuestras contribuciones para hacer frente al cambio climático. Las comunidades indígenas y locales son las que protegen los bosques. Sin nosotros, el objetivo de 1,5 estará fuera de nuestro alcance. Las políticas climáticas deben hacer valer los derechos sobre nuestros territorios boscosos para que podamos mantenerlos en pie.”
Maurício Voivodic, director Ejecutivo de WWF-Brasil
“El nuevo informe del IPCC muestra las opciones que podemos tomar hoy para que el mañana sea más seguro para todos. En todo el mundo, el reto es cambiar la matriz energética. En Brasil, donde gran parte de la energía ya es limpia, el desafío es eliminar toda la deforestación, la principal razón por la que el país es el sexto mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. La mejor ciencia del planeta nos está mostrando que el presidente Jair Bolsonaro eligió el camino de la catástrofe y eso es lo que no podemos aceptar: los intereses electorales y sectoriales no pueden prevalecer sobre el bien común de la Nación.”
Embajadora Diann Black-Layne, líder de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, por sus siglas en inglés) Capital
“Es fundamental actuar a corto plazo para paliar los peores impactos climáticos provocados por el hombre. El principal obstáculo no es el dinero, no es la tecnología, no es la voluntad política: es el resultado del miedo de una industria dominada por los hombres a perder su poder. Se trata de un problema que hay que reconocer y abordar. La industria de los combustibles fósiles es la encarnación de la desigualdad de género y de ingresos, ya que un sector dominado por los hombres recibe cada año subvenciones fáciles por valor de más de 600.000 millones de dólares para destruir nuestro planeta, mientras que, en comparación, los Fondos Climáticos de Naciones Unidas reciben 2400 millones de dólares al año para salvarlo.”
Sonam P. Wangdi, de Bután, presidente del Grupo de Países Menos Desarrollados (LDC, por sus siglas en inglés) en la COP26
“Las campanas de alarma están sonando; espero que todo el mundo las esté escuchando. Este informe es una nueva y cruda advertencia. La ciencia es aún más clara: las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero siguen aumentando, la crisis climática se está agravando y los impactos serán devastadores. El informe muestra que el objetivo de 1,5°C todavía está al alcance, pero debemos actuar ahora —todos juntos— para limitar urgentemente el calentamiento y preparar a nuestras comunidades para los impactos que se avecinan.”
Imagen principal: incendios forestales de 2019 en el estado de Rio Blanco, Brasil. Foto: Mídia NINJA, publicada bajo licencia CC
Puedes consultar el reporte del IPCC aquí
*El siguiente informe fue compartido a la Red Ambiental de Información (RAI) por Periodistas por el Planeta (PxP)