Por RAI
Datos de la Fundación para Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), publicados recientemente en un video de la institución, indican que el fuego ha acabado con 1,6 millones de hectáreas de bosques y pampas chiquitanas.
Los incendios, que iniciaron a finales del mes de julio, y se han cobrado la vida de tres bomberos en el país, uno de ellos combatiendo los fuegos en la Chiquitania, han afectado 2,1 millones de hectáreas en todo el departamento de Santa Cruz. Según la FCBC, de esta cantidad, 1,6 millones de hectáreas corresponden a la ecorregión chiquitana.
El Bosque Seco Chiquitano, con una superficie de 20 millones de hectáreas, es el último gran Bosque Seco Tropical del mundo, con una gran importancia ecológica, histórica y cultural. Entre algunas de sus características están su ubicación transicional entre el clima húmedo de la amazonia y el semi seco del gran chaco.
Con gran parte de su extensión comprendida en el departamento de Santa Cruz, esta ecorregión, alberga una diversidad de 52 especies arbóreas por hectárea. Algunas de ellas, son consideradas las más valiosas que tiene Bolivia, como el morado (Machaerium scleroxylon), el momoqui (Caesalpinia pluviosa), las tararas amarillas (Centrolobium microchaeta, Centrolobium microchaete), y el roble sudamericano (Amburana cearensis), entre otras.
Mapa de las áreas protegidas afectadas por el fuego
Según la FCBC, entre las áreas protegidas subnacionales que se han visto afectadas por el fuego en la región chiquitana, están la Reserva del Valle de Tucabaca y el área protegida municipal Laguna Marfil. En el caso de Tucabaca, ubicada en el municipio de Roboré, el 10% de su superficie se ha quemado, y un 40% en Laguna Marfil, que se encuentra en el municipio de San Ignacio.
Pero más allá de la Chiquitania, también se han visto afectadas otras áreas protegidas nacionales y subnacionales del departamento de Santa Cruz. Estas son el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, el Parque Nacional Otuquis con un 20% de su superficie, y la recientemente creada Ñembi Guasú, en el municipio de Charagua, donde el 20% de la totalidad del área se quemó.
Afectaciones a la biodiversidad
En una publicación, la FCBC indica que ha existido una muerte directa de fauna y riesgo para más de 1.200 especies, de las cuales 43 son anfibios, 140 reptiles, 788 aves y 242 mamíferos. Muchas de las cuáles pueden desplazarse, pero la mayoría perece en el lugar de los incendios al ser menos móviles o quedar atrapadas entre las llamas.
También, se ha producido una pérdida de biodiversidad aún desconocida, dado que solo se tiene registro del 20% de la riqueza de especies a nivel global. Esto considerando, el desconocimiento de lo que alberga el Bosque Seco Chiquitano, donde tanto la deforestación como el fuego conducen de manera irreversible a la degradación de su biodiversidad.
Foto de portada: Eduardo Franco Berton / Archivo RAI