Por Rodrigo de Oliveira Andrade / SciDev.Net

[SÃO PAULO] La polución producida en Manaos —en la Región Norte de Brasil— tiende a fluir hacia áreas prístinas del bosque amazónico, elevando en 10 a 50 veces las concentraciones de partículas diminutas y dañinas en lugares cuyas condiciones atmosféricas son similares a las de la época preindustrial.

Esta es una de las principales conclusiones de un equipo de investigadores de los Estados Unidos, Brasil y Alemania que se ha propuesto entender de qué manera la actividad humana afecta a la atmósfera amazónica.

Para eso, analizaron cómo la contaminación bombeada desde la ciudad de Manaos altera el ciclo de los aerosoles y las nubes, y cómo esos elementos interactúan en la atmósfera pudiendo causar más o menos lluvias en el bosque amazónico.

Al hacerlo, también encontraron que esa contaminación está impulsando la formación de partículas que pueden causar enfermedades cardiopulmonares severas.

Manaos es la capital del estado de Amazonas. Tiene casi dos millones de habitantes y está rodeada por cientos de kilómetros de bosque. También tiene una fuerte base industrial y una flota de 700,000 vehículos.

Sin embargo, a unos cientos de kilómetros de distancia, grandes áreas de bosques tropicales permanecen intactas, de manera similar a la que tenían antes de que las actividades humanas comenzaran a influir negativamente en la atmósfera del planeta. Eso hace de la región amazónica uno de los pocos lugares en la Tierra donde los científicos pueden estudiar la química atmosférica bajo condiciones del pasado y del presente.

“La pregunta principal es cómo el aumento de las actividades humanas afectará el clima de la Tierra, la atmósfera de los bosques, las nubes, las lluvias y la salud humana en el futuro, especialmente en regiones en desarrollo como la Amazonia”.

ManishKumar Shrivastava, Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico.

Los investigadores analizaron mediciones obtenidas a partir de aviones y radares terrestres a lo largo de 2014 y 2015. Algunas de esas mediciones se hicieron en zonas al este, por delante de los vientos dominantes sobre Manaos, por lo que la atmósfera sobre ellas aún no está contaminada por la polución de la ciudad. Las otras mediciones se hicieron en Manaos y de cara al viento.

Los datos se procesaron con un modelo informático avanzado y simularon cómo las reacciones químicas formarían partículas en la atmósfera. Los hallazgos sugieren que la polución de Manaos puede aumentar las concentraciones de óxidos de nitrógeno de 10 a 50 veces en áreas prístinas de la Amazonía.

Según los investigadores, esto también aumentaría la formación de oxidantes como el ozono y radicales de hidroxilo, lo que a su vez convierte gran parte de las emisiones orgánicas volátiles del bosque en un tipo de contaminante atmosférico llamado aerosoles orgánicos secundarios, aumentando así la carga de aerosoles en la atmosfera.

“La polución producida en Manaos aumenta la formación de aerosoles orgánicos secundarios hasta en un 400 por ciento en los bosques prístinos”, confirma a SciDev.Net el científico ManishKumar Shrivastava, del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, en los Estados Unidos, y autor principal del estudio publicado en Nature Communications.

“La alta concentración de estos aerosoles en la atmósfera amazónica podría interferir en los procesos fotosintéticos de las plantas y en la formación de nubes, afectando los patrones de lluvias en esa región”, complementa el físico brasileño Paulo Artaxo, del Instituto de Física de la Universidad de São Paulo y coautor del estudio.

Artaxo señala que muchas otras ciudades importantes en la región amazónica, como Santarém y Belém, pueden estar bombeando su polución directamente a la selva tropical, afectándola de manera similar.

Los investigadores incluso advierten que el mismo efecto observado en la región amazónica puede ocurrir en otros lugares donde hay ciudades cerca de los bosques, como en algunas áreas de África y el sudeste asiático.

“Estos aerosoles orgánicos secundarios también pueden penetrar profundamente en los pulmones causando enfermedades cardiopulmonares”, destaca Shrivastava, quien es uno de los varios científicos en el mundo que crea modelos informáticos complejos para explicar el comportamiento de la atmósfera y del clima.

El estudio fue realizado en el ámbito del programa Green Ocean Amazon (GOAmazon), lanzado en 2014 con el apoyo del Departamento de Energía de los Estados Unidos, la FAPESP, la Fundación de Amparo a la Investigación del Amazonas, y la Fundación Nacional de Ciencias, también de los Estados Unidos.

Para el biólogo William Laurance, de la Universidad James Cook, Australia, los resultados son preocupantes porque demuestran un gran aumento de contaminantes, como el óxido nitroso y el ozono, en la atmósfera de áreas prístinas de la Amazonia.

“Los científicos aún no entienden qué significará esto para el clima y la ecología del bosque, que muchos llaman ‘el pulmón del planeta’. Lo que sí saben es que la atmósfera de la Amazonia está ahora crónicamente contaminada por las actividades humanas”, dice a SciDev.Net.

Para Shrivastava, con la rápida urbanización para satisfacer las demandas de electricidad y transporte, y la deforestación con fines agrícolas en la región, es de esperarse una mayor expansión de las actividades humanas y polución sobre la Amazonia.

“La pregunta principal es cómo el aumento de las actividades humanas afectará el clima de la Tierra, la atmósfera de los bosques, las nubes, las lluvias y la salud humana en el futuro, especialmente en regiones en desarrollo como la Amazonia”, comenta a SciDev.Net.

Foto de portada: La contaminación producto de actividades humanas está alterando los bosques vírgenes de la Amazonía. Crédito de la imagen: Cesar David Martinez / Avaaz [Imagen de dominio público].

Fuente: SciDev.Net

> Enlace al estudio completo en Nature Communications

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