Por Claudia Mazzeo / SciDevNet
Para frenar los efectos adversos del cambio climático sobre la producción de café en América Latina es necesario tomar medidas que aborden, de manera conjunta, la preservación de los suelos y la disponibilidad de las abejas polinizadoras.
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciencespredice que el cambio climático podría reducir las superficies aptas para cultivo de café en la región, donde la productividad del suelo es vital, ya que el 80% de los agricultores dispone de pequeñas parcelas inferiores a 4 hectáreas.
“El abordaje conjunto de las variables observadas ‘nos permite entender mejor las amenazas y oportunidades para reducir los impactos del cambio climático sobre los productores’ (Pablo Imbach, Centro Internacional de Agricultura Tropical)
Pero ese efecto podría mitigarse o profundizarse, en función de las consecuencias que tenga sobre las abejas. Estudios previos estiman que la productividad del café puede mejorar hasta en un 20 por ciento gracias a la polinización de las abejas.
Usando modelos matemáticos para predecir las consecuencias del cambio climático en el cultivo de café (Coffea arabica) y la vida de las abejas en la región, el estudio estima una declinación en la aptitud de los suelos de este cultivo de hasta 88% hacia 2050, y una reducción entre el 8 y 18% del número de abejas.
“Utilizamos escenarios futuros para emisiones medias y altas de gases de efecto invernadero, con 19 variables climáticas que caracterizan la temperatura y las precipitaciones durante el año y sus estaciones”, dice a SciDevNet Pablo Imbach, del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Hanói, Vietnam, coautor del estudio.
Los resultados dieron tres escenarios diferentes: áreas donde aumentará la aptitud del cultivo y la presencia de abejas (10-22%), en especial en América Central. Otras en las que ambos decrecerán (34-51%). Y otras en las que se reducirá el número de abejas pero crecerá la aptitud del suelo ( 31-33%), lo que sucederá gran parte de la región.
En consecuencia, postulan estrategias de adaptación diferenciadas, sin intervención (primer escenario), con rotación de cultivo (segundo escenario), o intensificación en el cuidado del hábitat de los polinizadores (tercer escenario).
En ese esquema, las zonas más sensibles al aumento de la temperatura perderán terrenos productivos (Nicaragua, Honduras, Venezuela), mientras las más elevadas experimentarán una ligera expansión (México, Guatemala, Colombia y Costa Rica).
Imbach sintetiza la importancia del trabajo al afirmar que el abordaje conjunto de las variables observadas “nos permite entender mejor las amenazas y oportunidades para reducir los impactos del cambio climático sobre los productores”.
Fuente: SciDevNet
> Enlace al estudio completo en PNAS
Foto de portada: Fernando Stankuns publicada en Flickr bajo licencia CC