• Magda Kerdi Aguilera, mejor conocida como Turca, es un ejemplo de dedicación y amor por la naturaleza. En el departamento de Pando es una de las pioneras en el repoblamiento de la peta de río. Siendo maestra de escuela se enteró que las tortugas de la especie Podocnemis unifilis que habitan los ríos amazónicos estaban en la categoría Vulnerable, desde entonces activó la alarma y empezó un proyecto de repoblamiento en 2010, lo hizo como Secretaria Municipal de Medio Ambiente, luego como Asambleísta y ahora como voluntaria de la sociedad civil.
  • Una de las principales amenazas de la peta de río es la extracción masiva de sus huevos para el consumo humano, una actividad ilegal y con pena de cárcel, según las leyes bolivianas.

Por Erika Bayá y Eduardo Franco Berton

Desde que inició su sueño, Magda Kerdi ha liberado 86 233 tortuguitas, tiene los registros. En esta entrevista exclusiva con la RAI, compartió la responsabilidad que siente con la peta de río, sus experiencias, desafíos y necesidades para continuar repoblando los ríos amazónicos de Pando con la peta de río.

¿Cómo nace su pasión por esta especie y su compromiso para conservarla?

Soy una apasionada por las petas. Como nieta de barranquillero recuerdo que mi abuelo ponía los huevos en cajas con arena y las tortugas nacían, eso se me quedó en la memoria. Ya como maestra de escuela, me enteré por el Libro Rojo de Vertebrados de Bolivia que estaban en peligro de extinción, fue entonces que decidí hacer un perfil de proyecto y lo presenté al gobernador de entonces.

En 2010, cuando era Secretaria Municipal de Medio Ambiente, iniciamos el “Proyecto de Repoblamiento de Petas de Agua Dulce” recolectando los huevos desde Puerto Rico, Bolpebra y Porvenir. El 16 de junio de 2012 liberamos en el río Tahuamanu (Porvenir) 11 004 tortugas, desde ese año se hacían las liberaciones alternando estos municipios.

En este proyecto de quelonios hicimos repoblamiento con dos especies Podocnemis expansa (conocida como la Peta gigante) y Podocnemis unifilis. Recuerdo que nacieron dos petas albinas, totalmente blancas, gringas de ojos azules.

¿Cómo se recolectan los huevos?

Recolectar huevos es un gran trabajo, significa ir a las playas por la noche en barco, abrir los nidos, colocar los huevos en una bolsa con la misma tierra mojada y trasladarlos a otra playa natural, alta, hacer la siembra y cuidarlos de los depredadores.

Al principio fue un aprendizaje, no teníamos experiencia, por eso el primer año nacieron 3 000 de 5 000 huevos. El 2012 sembramos 23 000 y nacieron 20 262, yo llevo las cuentas, tenemos libros enumerados. Antes los colocábamos mal y las tortuguitas nacían con defectos. Se siembra cavando 22 cm., como haciendo un cántaro para acomodarlos y vamos anotando el número de huevos, la cáscara es como una porcelana y hay que seleccionar los buenos (huevos) de los dañados. Con los años fuimos corrigiendo. 

Cada año aumentamos la recolección. En 2012 largamos 11 104; en 2013 fueron 10 000 petas; en 2014 liberamos 23 000. No fue fácil trabajar con los pescadores, no tenían voluntad y pedí trabajar solo con mi familia, les enseñé todo lo aprendido a mis hijos y nietos, somos un equipo, uno saca, el otro cava y lo hacemos en las posiciones correctas para que las petitas nazcan bien. Hemos aprendido de las mismas tortugas, lo hacemos casi como la madre lo hace en la naturaleza, ella cava en la arena mojada, desova y tapa el nido. Hago este trabajo desde el 2010, (primero) como Secretaria de Medio Ambiente y hace 9 años como voluntaria.

¿Cuántas petas se han logrado liberar con éxito?

Desde 2010 se liberaron 86 233 tortuguitas dentro y fuera del proyecto, como Secretaria de Medio Ambiente fueron 49 301, continué como Asambleísta incluyendo lagunas privadas, comunitarias y naturales.  Fuera de los cargos públicos, como voluntaria fueron 19 827.

En la comunidad Palacios liberamos 5 000 petas, en lagunas naturales de Puerto Rico 2 000, en el Lago Baldemar 2 431, solo por mencionar algo. No es mucho, pero hemos aportado a la naturaleza, ya se ven petas en los ríos. Cuando las veo tomando sol, les silbo y no se meten al agua, mueven la cabeza, ellas entienden, quizás porque las he criado dos años, en ese tiempo hay más posibilidades de que sobrevivan de los depredadores.

¿Cómo sabe que las petas que se largó en 2021 ya han puesto huevos?

Las primeras liberadas no las pudimos marcar, pero las siguientes tienen una M (en referencia a su nombre, Magda). El año pasado saque una que tenía mi inicial, fue una gran emoción como pandina, boliviana, siento que aporto. Llamo a la reflexión, ayúdennos a repoblar, nuestra riqueza natural se está perdiendo por el deseo de ganar dinero, por la avaricia, no les quitemos a las generaciones que vienen la posibilidad de ver toda esta inmensa biodiversidad.

¿Por qué las personas extraen los huevos?

Del 15 de agosto al 30 de septiembre (las personas extraen los huevos), se ha vuelto un negocio. En la Amazonía se consume, se considera un manjar. En octubre van naciendo y cayendo las tortuguitas al agua. Ahora encontrar 5 nidos es suerte, hay más gente que petas poniendo huevos. En los años 75, 80, 2000, incluso el 2010 aún se encontraban huevos, ahora no. En los ríos Tahuamanu, Orton ha mejorado, pero continúa el saqueo de los huevos de peta.

¿Alguna vez sintió peligro, tuvo incidentes?

Si, tuve en la comunidad Santa Ana de Patuju del municipio de Puerto Rico. Los extractores de huevos persiguieron a balazos a mis hijos durante la recolección. Llegamos en nuestra embarcación y en eso pasó un barco cargado con bolsas de yute, por lo menos 8 o 6 bolsas, eran benianos. No los dejamos avanzar y nos mostraron sus armas.

Todos los años antes de la recolección se envía la Resolución de Veda a todos los municipios, pero los explotadores de huevos pasan por alto esta pausa. Una vez, un señor me dijo que esperaba esta época para recolectar y vender huevos para comprar cuadernos a sus hijos. Es gente que ha recibido 500 Has. para dedicarse a los sembradíos de plátano, yuca, no para aprovechar huevos de peta. Esa vez era autoridad y tenía la Ley a la mano, para leerles a los infractores.

Los recolectores portamos credenciales de autorización, para mostrar a la (Fuerza) Naval o cualquier autoridad que lo solicite.

Doña Turca muestra orgullosa los libros con sus registros de las más de 82.000 tortugas que ha liberado a los ríos del departamento amazónico de Pando. Foto: Eduardo Franco Berton

¿Usted cree que estas personas se dedican a esta actividad, siempre?

Si, por eso las poblaciones de petas han disminuido tanto. Antes desde Santa Ana del Tatu hacia Tahuamanu había 200 a 300 nidos, ahora no se recolecta ni 30. Han hecho una depredación tremenda, los huevos y las petas las envían en flota a Riberalta. En agosto, más allá de Santa Lucía, salen de Santa Ana del Tatu, con su bolsa de huevos y petas, nadie supervisa. Pedir ayuda es una pérdida de tiempo.

La Resolución de Veda de agosto a octubre, no es suficiente, hay que fiscalizar, poner banderines rojos o seguir repoblando. Pero no hay voluntad política, las fuerzas armadas no cumplen su rol.

Planea continuar con el proyecto…

Este año si Dios me lo permite voy a sembrar 200 nidos, ya es una costumbre familiar. Agarro mi lancha, cargamos todo y manos a la obra. Lo haré hasta que me muera.  

¿Qué le dice a la gente?

La peta de agua dulce está en peligro de extinción, ayúdenme, aportemos a la naturaleza, es parte de la riqueza en Pando.

¿Qué tipo de apoyo logístico necesita?

Para recolectar y sembrar se requiere combustible, alimentación, linternas y pilas, embarcaciones, una camioneta. Tengo mi barco, pero si quiero sembrar 10 mil huevos o 500 nidos se necesita ayuda, seguimiento, quisiera zonificar entre Bella Vista y Santa Ana del Tatú, para que nadie ingrese. También Puerto Copacabana, para no tener inconvenientes con la comunidad. Si pudiera hacerlo con los militares por grupos, sería ideal. Tenemos voluntad, falta el apoyo de la gente, de los pescadores.

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Datos sobre la especie

La Podocnemis unifilis es la segunda especie de tortuga más grande de su género, después de la Peta Gigante o Tartaruga (Podocnemis expansa). En Bolivia llegan a medir entre 33,5 (machos) y 50 centímetros (hembras), y pueden pesar entre 9 y 12 kilogramos. Reciben ese nombre por las manchas amarillas que tienen en la cabeza, las que tienen un mayor brillo en los individuos juveniles, se mantienen en los machos y con el paso del tiempo se desvanecen en las hembras. Se distribuye en las cuencas hidrográficas del Amazonas y del Orinoco, que incluye a países como Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Guyana, Guayana Francesa, Surinam y Brasil. En Bolivia la peta de río ha sido reportada en los departamentos de Pando, Beni, Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.

Imagen principal: Petas de río. Foto: Eduardo Franco Berton/archivo RAI

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